Cena con poca sal. Si te quieres despertar sintiéndote menos hinchada, definitivamente evita comidas con alto contenido en sodio, Lo que pasa es que la sal permanece en tu sistema durante la noche, por lo que te despertarás más hinchada de lo normal. La mejor opción es cocinar una cena saludable con vegetales al vapor y proteína magra, nada de esto está cargado con sal.

Haz ejercicio por la noche. Sabes que sudar te puede ayudar a perder peso, pero tal vez creas que ejercitarte en las horas próximas a irte a la cama, puede hacer que no puedas dormir. Las personas más activas tienen 56 hasta 67 por ciento mayor probabilidad de dormir mejor, sin importar la hora a la que se ejerciten.

Prepara tu comida del día siguiente la noche anterior. Una comida promedio de cualquier restaurante contiene más del doble de calorías que deberías consumir en una sentada,

¿Pero, con las prisas de la mañana, quién tiene tiempo para prepararse su comida? Aléjate de todas esas calorías extras preparándote tu comida la noche anterior. (Puedes intentar con una deliciosa ensalada de atún o pollo).

Toma suficiente agua. Los líquidos limpian tu sistema, lo que te ayudará a deshacerte de cualquier resto de agua que estés reteniendo. Pero, como no te querrás despertar a media noche para correr al baño, deja de tomar una hora antes de irte a dormir.

Asegúrate que tu cuarto esté completamente oscuro. La melatonina puede ayudar a tu cuerpo a producir más hormonas quema-grasa. Como tu cuerpo produce melatonina naturalmente, asegúrate de no interrumpir su producción con luces artificiales.

Baja la temperatura de tu recámara.

La idea de quemar calorías mientras duermes puede parecer demasiado buena para ser cierta, pero un estudio Clinico descubrió que las personas que duermen en una habitación a menor temperatura, queman hasta siete veces más calorías que aquellas que duermen en temperaturas más elevadas.

asi que manos a la obra!....